lunes, 29 de noviembre de 2010

Hombres y mujeres

Os voy a explicar una anécdota que me contó una amiga hace tiempo y que escenifica la historia cotidiana de una pareja como tantas:

La mujer y el marido estaban frente al televisor cuando la mujer dijo: "Estoy cansada y se está haciendo tarde; me voy a acostar". Fue a la cocina, llenó la azucarera, preparó café y las tazas para los desayunos del dia siguiente, lavó las compoteras que habían quedado de la cena, sacó las chuletas del congelador y las acomodó en la nevera, después puso la ropa húmeda en la secadora, una carga de ropa sucia en la lavadora, planchó una camisa y le cosió un botón que estaba suelto. recogió las piezas del ajedrez que sus hijos dejaron en la mesa y guardó la guía telefónica en su cajón. Regó las plantas, cerró la bolsa de la basura y tendió una toalla. Bostezó y se estiró y se dirigió a su habitación. Se detuvo frente al escritorio y escribió una nota al profesor de su hija, contó el dinero para la excursión,firmó una tarjeta de cumpleaños para una amiga, la colocó en un sobre y le puso el sello, escribió una lista para el super, y las puso junto a su bolso. Frente al espejo, se extendió la crema en la cara y fue a lavarse las manos cuando el marido la escuchó y le dijo: "Creí que ya te habías ido a la cama". "Estoy en camino", le respondió. Puso agua en el plato del perro, se aseguró de que las puertas estuvieran cerradas. Echó un vistazo a sus hijos y apagó la luz, colgó una camisa, puso la alarma del despertador, preparó la ropa para el día siguiente y agregó algo en la lista de cosas. Para entonces, el marido apagó el televisor, anunció que se iba a dormir, y así lo hizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario